Antes de emprender la aventura del Camino de Santiago en bicicleta, hay que considerar varios aspectos para poder llegar a disfrutar realmente de esta gran experiencia.
La preparación física es necesaria, aunque no hace falta ser una máquina de los pedales para hacer el camino, ya que uno puede ir adaptando las etapas a la propia vitalidad y condición física.
Es recomendable que dos meses antes de su inicio, vayamos familiarizándonos con el pedaleo. Si entre semana no tienes tiempo, intenta dedicar los fines de semana a ello. Deberemos empezar poco a poco, al principio rodando, para más adelante alternar las partes llanas con algunas subidas; de esta forma nos iremos acostumbrando a pedalear en distintos terrenos y comprobando nuestra resistencia. Hacerlo de manera progresiva os ayudará a conocer las multiplicaciones más adecuadas para cada uno. Llegar a hacer 40 y/o 50 Kilómetros por caminos de montaña con diversos terrenos y pendientes sin acabar destrozado por el esfuerzo... son buenos indicadores de que ha llegado el momento de disfrutar de tan maravillosa aventura!!!!
En las últimas salidas es muy aconsejable montar el portabultos y las alforjas cargadas con el peso estimado del equipaje. Con esto consigues habituarte al peso extra que vas a tener que llevar en el camino, así como comprobar la conducción con las alforjas. El hecho de practicar antes con las alforjas cargadas también ayuda a disminuir el peso que en un primer momento íbamos a llevarnos...
Los por si acaso... y pedalear son totalmente incompatibles!
